lunes, 25 de septiembre de 2017

Biografía de doña Rosa Vera

Escribimos la historia de esta mujer que está detrás de esta institución, dedicada a brindar asistencia, talleres de formación y recreación a las familias de Barrio Belgrano y San Martín. Pasen y vean...

Rosa Vera (nació el 20 de agosto de 1933 en Las Cuevas, Entre Ríos, Argentina). Es la fundadora y actual presidenta de la Asociación civil Club de Madres y Abuelas de Barrio Belgrano, que funciona en Paraná (Entre Ríos). Esta institución, surgida hace más de 30 años de la iniciativa y empuje de un grupo de mujeres liderado por doña Rosa Vera, brinda asistencia social y ofrece diversos espacios de contención social, recreativa y educativa, sobre todo a la población infanto-juvenil de una zona marginal y vulnerable de la capital provincial. Pero los comienzos de sus primeras acciones sociales se remontan mucho más lejos aún.
Rosa, hoy, junto a sus plantas y flores.
La sede principal de la Asociación civil está en barrio Belgrano, en una parte de la vivienda de doña Rosa, que cedió para la actividad comunitaria. 
Hacia 2008 se crea otra sede más, en Barrio San Martín. En ambas funciona un comedor comunitario que en la actualidad suministra más de 350 raciones de comida y un centro de día en el que se desarrollan actividades de recreación y formación para las niñas/os y adolescentes.
Por su presencia y acción comunitaria sostenida en el tiempo, este Club de Madres y Abuelas de Barrio Belgrano, es hoy una reconocida ONG de la ciudad. En los comienzos desarrollaron líneas de asistencia dirigidas a la población adulta y luego, por las propias necesidades de la comunidad, empezaron a hacer acciones y proyectos ligados a la población infanto-juvenil, en particular la promoción y restitución de derechos básicos, a niñas, niños y jóvenes del barrio, que continúan en la actualidad.

Reseña biográfica
Doña Rosa nació en un paraje de monte, denominado Las Cuevas, Departamento Diamante (Entre Ríos, Argentina). Allí se crió. Es la mayor de 8 hermanos, situación que cuando su padre enfermó, la obligó a mudarse con toda la familia a cargo a Diamante. Ahí, en una vivienda precaria frente al río Paraná, la ocupación principal durante mucho tiempo, fue la pesca.
Cuando Rosa tenía apenas 17 años, conoció a Juan Evangelisto Cisneros, ferroviario, y hacia 1950 emigró a Paraná.
En esos primeros años trabaja como asistente de cocina, en el comedor de un pariente del marido, en el centro de la capital entrerriana. Ahí cría a sus dos primeros hijos Carlos y Mirta. En los años 60 se traslada con su familia a barrio Belgrano, en terrenos en las inmediaciones del ferrocarril donde nacen Lucrecia y José.

Fachada actual de la sede principal.
Historia institucional y barrial
Doña Rosa -así es como se conoce a esta mujer en este histórico barrio de la capital entrerriana que está lindando las líneas del ferrocarril-, empezó allá por los años 60, con las primeras acciones de asistencia social en su comunidad. No lo hizo sola, sino acompañada por un importante grupo de mujeres del barrio. “Siempre quise ser trabajadora social, pero no pude estudiar, tuve que hacerme cargo de mis hermanos y trabajar en el campo”, suele decir Rosa Vera, cuando se la consulta en los medios locales por las razones que la mueven a trabajar para los que más necesitan.
Hacia la década del 60 un grupo de mujeres llega, por diferentes motivos, al barrio “Ferrocarril”, hoy llamado barrio Belgrano, desde entonces signado por la precariedad y condiciones de pobreza. Así, de observar las necesidades y carencias, sobre todo de las personas mayores de la zona, un grupo de vecinas se empezó a juntar con el objetivo de ayudar a los ancianos del barrio, brindándoles contención, pidiendo ropa en desuso para reciclarla y confeccionarles sábanas, almohadas y acolchados. 
Hacia 1978, después de un viaje a Colón (Entre Ríos), las mujeres de Barrio Belgrano, dieron un giro en el trabajo que venían haciendo, compartieron experiencias y comenzaron a gestionar más recursos para a partir de allí, brindar la copa de leche. El pan y la leche, preparado con fuego a leña, era servido en la casa de doña Rosa que prestaba una habitación de su humilde casa para hacer dichas actividades solidarias. 
Ese fue el antecedente que dio origen a la constitución del Comedor Nietito Fuerte I y luego el Comedor Nietito Fuerte II que aún siguen en pie. Las cocineras Lucrecia, Mabel, Rosita, Miriam y Alicia son quienes están detrás de estas tareas ligadas a la alimentación y nutrición, dando de comer a cada vez más asistentes -con insumos suministrados a partir de entonces y hasta el presente, por diversos Programas de Desarrollo de Nación-.
En 1985 las mujeres, con Rosa Vera a la cabeza, se contactaron con la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y a partir de ahí, se logró consolidar las acciones que venían haciendo.  Estudiantes de esa Facultad se vieron atraídas por la historia que circulaba de boca en boca de “un grupo de abuelas que trabajan ad honorem para ayudar a sus pares”. Estaban especialmente interesadas en aprender cómo era el trabajo directo con la comunidad y las problemáticas que los atravesaban. Desde entonces se da el vínculo con la Facultad de Trabajo Social, principalmente con las Áreas Tercera Edad y el Proyecto “Llegar a viejo”. 
Buena parte de esta historia está recuperada en el libro Memorias de Barrio Belgrano editado por la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER y que surge a partir del proyecto de Extensión denominado "Viejas historias: Memoria barrial y Tercera Edad". Además esta institución integra el mapa de organizaciones sociales de la ciudad de Paraná, confeccionado por la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER).
En 1997, el Club de Madres y Abuelas obtiene la Personería Jurídica Nº 3154 y desde entonces, la institución se conoce como Asociación civil Club de Madres y Abuelas Barrio Belgrano. 

Actividades principales
Esta institución de Barrio Belgrano goza de autoridad en el barrio y zona de influencia (Villa 351, La Delfina, Barrio Belgrano, Barrio San Martín), por el sostenimiento en el tiempo de las acciones de inclusión, hacia distintas poblaciones y también, por el compromiso y empeño puesto en las distintas líneas de trabajo vigentes como las destinadas a niños (apoyo escolar, talleres de arte y multimedias, psicopedagogía y psicología, deportes), a jóvenes y adultos (comedor, deportes, participación en todos los Encuentros Nacionales de Mujeres, taller de Panadería).
A lo largo del tiempo, doña Rosa puso en marcha distintas estrategias de ayuda social, a la par que alentó la implementación de instancias de capacitación laboral; talleres de apoyo escolar, de arte, de multimedia y servicios de psicología, psicopedagogía y trabajo social para niños y adolescentes; oferta que se mantiene vigente hasta la actualidad.
Desde 2013 aproximadamente y hasta el presente, el Club empezó a trabajar junto a docentes y estudiantes avanzadas del profesorado de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) a través de un proyecto de Extensión Universitaria denominado "El ‘apoyo escolar’ para las tareas de alfabetización. Propuesta para repensar prácticas en el Club de Madres y Abuelas de la ciudad de Paraná".
La propuesta consistió en ordenar y catalogar los más de 400 libros de literatura infantil que tiene el Club y organizar una biblioteca. Hoy esas docentes están a cargo del Taller de Arte, de Apoyo Escolar y del espacio de Crear con palabras.

Proyectos
Hacia julio de 2016 el equipo de gestión del Club trabajó en la redacción de un proyecto para presentar en la convocatoria Puntos Cultura del Ministerio de Cultura de Nación, con el objetivo de conquistar financiamiento para solventar acciones de promoción de derechos y capacitación en medios de comunicación populares. El proyecto denominado “La radio y el cine, herramientas para decir y transformar nuestra realidad”, a desarrollar en una de las sedes de la institución, fue seleccionado para su ejecución en 2017.
El proyecto en cuestión consiste en acercar nuevas herramientas de formación a adolescentes, jóvenes y adultos con la idea de ampliar el derecho a la palabra y que puedan decir lo suyo en distintos modos y formatos, compartir sus historias, deseos y proyectos de transformación. 
La propuesta apunta a que cada uno de los asistentes pueda primero aprender el lenguaje de la comunicación popular (sobre todo radio y lenguaje audiovisual) y luego, compartir un ciclo de radio abierta y de cine-foro con películas producidas o no en el taller, abierto a la comunidad, para charlar e intercambiar ideas.

La iniciativa que se puso en marcha entre marzo y abril de 2017, tiene por objetivo, entre otras cosas: favorecer e incentivar la producción de materiales audiovisuales que den cuenta de la identidad barrial, la memoria del lugar que se habita, los sueños de cambio personal y colectivo; así como la producción de micros y/o spots de promoción de derechos, prevención de distintas problemáticas desde la perspectiva de género. Dar cuenta de la historia de vida de doña Rosa y otras referentes del barrio así como reflejar lo que ocurre en los talleres con niñas, niños y adolescentes, constituyen otras líneas de trabajo.