Rosa Vera (nació el 20 de agosto de 1933 en Las
Cuevas, Entre Ríos, Argentina). Es la fundadora y actual presidenta de la
Asociación civil Club de Madres y Abuelas de Barrio Belgrano, que funciona en
Paraná (Entre Ríos). Esta institución, surgida hace más de 30 años de la
iniciativa y empuje de un grupo de mujeres liderado por doña Rosa Vera, brinda
asistencia social y ofrece diversos espacios de contención social, recreativa y
educativa, sobre todo a la población infanto-juvenil de una zona marginal y
vulnerable de la capital provincial. Pero los comienzos de sus primeras
acciones sociales se remontan mucho más lejos aún.
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Rosa, hoy, junto a sus plantas y flores. |
La sede principal de la Asociación civil está
en barrio Belgrano, en una parte de la vivienda de doña Rosa, que cedió para la
actividad comunitaria.
Hacia 2008 se crea otra sede más, en Barrio San Martín.
En ambas funciona un comedor comunitario que en la actualidad suministra más de
350 raciones de comida y un centro de día en el que se desarrollan actividades
de recreación y formación para las niñas/os y adolescentes.
Por su presencia y acción comunitaria
sostenida en el tiempo, este Club de Madres y Abuelas de Barrio Belgrano, es
hoy una reconocida ONG de la ciudad. En los comienzos desarrollaron líneas de
asistencia dirigidas a la población adulta y luego, por las propias necesidades
de la comunidad, empezaron a hacer acciones y proyectos ligados a la población
infanto-juvenil, en particular la promoción y restitución de derechos básicos,
a niñas, niños y jóvenes del barrio, que continúan en la actualidad.
Reseña
biográfica
Doña Rosa nació en un paraje de monte,
denominado Las Cuevas, Departamento Diamante (Entre Ríos, Argentina). Allí se
crió. Es la mayor de 8 hermanos, situación que cuando su padre enfermó, la obligó
a mudarse con toda la familia a cargo a Diamante. Ahí, en una vivienda precaria
frente al río Paraná, la ocupación principal durante mucho tiempo, fue la
pesca.
Cuando Rosa tenía apenas 17 años, conoció a
Juan Evangelisto Cisneros, ferroviario, y hacia 1950 emigró a Paraná.
En esos primeros años trabaja como asistente
de cocina, en el comedor de un pariente del marido, en el centro de la capital
entrerriana. Ahí cría a sus dos primeros hijos Carlos y Mirta. En los años 60
se traslada con su familia a barrio Belgrano, en terrenos en las inmediaciones
del ferrocarril donde nacen Lucrecia y José.
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Fachada actual de la sede principal. |
Historia
institucional y barrial
Doña Rosa -así es como se conoce a esta mujer
en este histórico barrio de la capital entrerriana que está lindando las líneas
del ferrocarril-, empezó allá por los años 60, con las primeras acciones de
asistencia social en su comunidad. No lo hizo sola, sino acompañada por un
importante grupo de mujeres del barrio. “Siempre quise ser trabajadora social,
pero no pude estudiar, tuve que hacerme cargo de mis hermanos y trabajar en el
campo”, suele decir Rosa Vera, cuando se la consulta en los medios locales por
las razones que la mueven a trabajar para los que más necesitan.
Hacia la década del 60 un grupo de mujeres
llega, por diferentes motivos, al barrio “Ferrocarril”, hoy llamado barrio
Belgrano, desde entonces signado por la precariedad y condiciones de pobreza.
Así, de observar las necesidades y carencias, sobre todo de las personas
mayores de la zona, un grupo de vecinas se empezó a juntar con el objetivo de
ayudar a los ancianos del barrio, brindándoles contención, pidiendo ropa en
desuso para reciclarla y confeccionarles sábanas, almohadas y acolchados.
Hacia 1978, después de un viaje a Colón (Entre
Ríos), las mujeres de Barrio Belgrano, dieron un giro en el trabajo que venían
haciendo, compartieron experiencias y comenzaron a gestionar más recursos para
a partir de allí, brindar la copa de leche. El pan y la leche, preparado con
fuego a leña, era servido en la casa de doña Rosa que prestaba una habitación
de su humilde casa para hacer dichas actividades solidarias.
Ese fue el antecedente que dio origen a la
constitución del Comedor Nietito Fuerte I y luego el Comedor Nietito Fuerte II
que aún siguen en pie. Las cocineras Lucrecia, Mabel, Rosita, Miriam y Alicia son
quienes están detrás de estas tareas ligadas a la alimentación y nutrición,
dando de comer a cada vez más asistentes -con insumos suministrados a partir de
entonces y hasta el presente, por diversos Programas de Desarrollo de Nación-.
En 1985 las mujeres, con Rosa Vera a la
cabeza, se contactaron con la Facultad de Trabajo Social de la Universidad
Nacional de Entre Ríos (UNER) y a partir de ahí, se logró consolidar las
acciones que venían haciendo. Estudiantes de esa Facultad se vieron
atraídas por la historia que circulaba de boca en boca de “un grupo de abuelas
que trabajan ad honorem para ayudar a sus pares”. Estaban especialmente
interesadas en aprender cómo era el trabajo directo con la comunidad y las
problemáticas que los atravesaban. Desde entonces se da el vínculo con la
Facultad de Trabajo Social, principalmente con las Áreas Tercera Edad y el
Proyecto “Llegar a viejo”.
Buena parte de esta historia está recuperada
en el libro Memorias de Barrio Belgrano editado por la Facultad de Ciencias de la
Educación de la UNER y que surge a partir del proyecto de Extensión denominado
"Viejas historias: Memoria barrial y Tercera Edad". Además esta
institución integra el mapa de organizaciones sociales de la ciudad de Paraná,
confeccionado por la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER).
En 1997, el Club de Madres y Abuelas obtiene
la Personería Jurídica Nº 3154 y desde entonces, la institución se conoce como
Asociación civil Club de Madres y Abuelas Barrio Belgrano.
Actividades
principales
Esta institución de Barrio Belgrano goza de
autoridad en el barrio y zona de influencia (Villa 351, La Delfina, Barrio
Belgrano, Barrio San Martín), por el sostenimiento en el tiempo de las acciones
de inclusión, hacia distintas poblaciones y también, por el compromiso y empeño
puesto en las distintas líneas de trabajo vigentes como las destinadas a niños
(apoyo escolar, talleres de arte y multimedias, psicopedagogía y psicología,
deportes), a jóvenes y adultos (comedor, deportes, participación en todos los
Encuentros Nacionales de Mujeres, taller de Panadería).
A lo largo del tiempo, doña Rosa puso en
marcha distintas estrategias de ayuda social, a la par que alentó la
implementación de instancias de capacitación laboral; talleres de apoyo
escolar, de arte, de multimedia y servicios de psicología, psicopedagogía y
trabajo social para niños y adolescentes; oferta que se mantiene vigente hasta
la actualidad.
Desde 2013 aproximadamente y hasta el
presente, el Club empezó a trabajar junto a docentes y estudiantes avanzadas
del profesorado de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la
Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) a través de un proyecto de Extensión
Universitaria denominado "El ‘apoyo escolar’ para las tareas de
alfabetización. Propuesta para repensar prácticas en el Club de Madres y
Abuelas de la ciudad de Paraná".
La propuesta consistió en ordenar y catalogar
los más de 400 libros de literatura infantil que tiene el Club y organizar una
biblioteca. Hoy esas docentes están a cargo del Taller de Arte, de Apoyo
Escolar y del espacio de Crear con palabras.
Proyectos
Hacia julio de 2016 el equipo de gestión del
Club trabajó en la redacción de un proyecto para presentar en la convocatoria
Puntos Cultura del Ministerio de Cultura de Nación, con el objetivo de
conquistar financiamiento para solventar acciones de promoción de derechos y
capacitación en medios de comunicación populares. El proyecto denominado “La
radio y el cine, herramientas para decir y transformar nuestra realidad”, a desarrollar
en una de las sedes de la institución, fue seleccionado para su ejecución
en 2017.
El proyecto en cuestión consiste en acercar
nuevas herramientas de formación a adolescentes, jóvenes y adultos con la idea
de ampliar el derecho a la palabra y que puedan decir lo suyo en distintos
modos y formatos, compartir sus historias, deseos y proyectos de
transformación.
La propuesta apunta a que cada uno de los
asistentes pueda primero aprender el lenguaje de la comunicación popular (sobre
todo radio y lenguaje audiovisual) y luego, compartir un ciclo de radio abierta
y de cine-foro con películas producidas o no en el taller, abierto a la
comunidad, para charlar e intercambiar ideas.
La iniciativa que se puso en marcha entre
marzo y abril de 2017, tiene por objetivo, entre otras cosas: favorecer e
incentivar la producción de materiales audiovisuales que den cuenta de la
identidad barrial, la memoria del lugar que se habita, los sueños de cambio
personal y colectivo; así como la producción de micros y/o spots de promoción
de derechos, prevención de distintas problemáticas desde la perspectiva de
género. Dar cuenta de la historia de vida de doña Rosa y otras referentes del
barrio así como reflejar lo que ocurre en los talleres con niñas, niños y
adolescentes, constituyen otras líneas de trabajo.
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